Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
pero toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva me contará todo,
todo,
todo.
Alabanza a mi hermana es un poema escrito por la polaca Wislawa Szymborska. Murió con 89 años en 2012. Fue una de las pocas mujeres que logró hacerse con el Nóbel de Literatura. Lo consiguió en 1996. No consiguió acabar sus estudios universitarios por problemas económicos pero ya en sus tiempos universitarios comenzó a escribir y publicar poesía. Incluso fue ilustradora. En 1949 escribió un libro que la censura no permitió publicar. En 1952 publicó su primer poemario. Obtuvo grandes premios. Su último poemario es de 2009: Hasta aquí. De momento no se ha encontrado ningún trabajo inédito suyo.
Goizalde Landabaso